Columna Mirador 33____________

Por Mario Ruiz Hernández

Enfrentarán ayuntamientos del Edomex elecciones de representantes vecinales en escenarios de mediana y baja participación ciudadana

+ Habitantes en municipios esperan que “nadie meta manos” en la renovación de todo tipo de liderazgos en las colonias, en los pueblos originarios, fraccionamientos semi-urbanos y residenciales

++ El llamado a las autoridades locales que permitan que las cosas ocurran de manera libre, transparente y democrática.

+++Punto y Aparte+++ La deuda del urbanismo: siete de cada 10 mujeres han sufrido violencia en espacios públicos

En los procesos de elección de autoridades vecinales como son Delegados, subdelegados y Consejos de Participación Ciudadana (Copacis), en los gobiernos municipales del estado de México, desde luego que lo importante es tanto motivar la participación ciudadana, como que también, "nadie meta las manos" en la renovación de todo tipo de liderazgos en las colonias, en los pueblos originarios, fraccionamientos semi-urbanos y residenciales, y se lleven a cabo unos comicios auténticamente libres, legítimos, transparentes y democráticos, que permitan tener canales de comunicación, interlocución y gestión social permanentes y representativos, que vinculen a las autoridades con la sociedad.

La apuesta es extraordinaria en su desarrollo y ejecución, en el amplio sentido de la "movilidad ciudadana" que se presume, en este ejercicio participativo y deliberativo que, a través del voto reivindicar entre otras realidades, a los justamente liderazgos, a la gente que día a día construye su propio porvenir en el barrio, en la manzana, en la acera o en el núcleo habitacional, en aquellas extensas colonias populares o emergentes, así como en cada asentamiento humano, coordinar esfuerzos para salir adelante y superar los rezagos sociales que aún enfrentan en distintos ordenes, y no menor, las fratricidas luchas vecinales en numerosos casos por la dignidad y el orgullo de la representación comunitaria.

El tema interesante, y más lo es y desde el ángulo que se quiera ver, en nuestra Zona de Naucalpan, Tlalnepantla y Atizapán de Zaragoza (NZT), y sus demarcaciones periféricas, resultan enormes los desafíos de ganar su colonia o su lugar de residencia y en el imaginario colectivo, la aspiración verdadera de dar la libertad a los vecinos que participen de manera libre y democrática sin la intervención de la autoridad municipal, que no sea juez y parte, que posibiliten la apertura para que la gente tome sus propias decisiones sobre los asuntos de interés público y puedan definir una agenda desde lo local que contribuya a saldar las deudas sociales.

Por otra parte, y en los municipios que ya llamaron a la participación en la integración de planillas y fórmulas para delegados y Consejos de Participación Ciudadana (Copaci), y los que están por hacerlo, lo mismo en “El Lugar de las Cuatro Casa” que preside Isaac Montoya, como en “La Tierra de En medio”, que lidera Raciel Pérez Cruz, o en “La Ciudad Adolfo López Mateos”, que gobierna Pedro Rodríguez, Huixquilucan, Romina Contreras, en los Cuautitlanes, Izcalli, con Daniel Serrano Palacios, y México, Juana Carrillo Luna; en Nicolás Romero, Yoselin Mendoza, Tultitlán, Ana María Castro Fernández, y Coacalco de Berriozábal, David Sánchez Isidoro dejar que las cosas ocurran en la construcción de democracias más transparentes y abiertas.

Es claro el propósito, y en los planteamientos de justamente ediles de la región como la alcaldesa de Ecatepec, Azucena Cisneros Coss en relación a que el ayuntamiento que preside “No tiene fórmulas para delegadas, delegados, subdelegadas, subdelegados y planillas de Copacis”, lograr que en este ejercicio la ciudadanía se exprese de manera libre; que no se tengan hasta oficinas alternas a efecto de presumiblemente integrar la representación vecinal afines al gobierno en turno, o infiltrar a grupos políticos con la presunción “unos, a la defensa, mientras que los otros, en la función de saberse el contrapeso de las múltiples determinaciones a ocurrir en el tiempo y el espacio, o de plano, el enfrentar la exclusión de la autoridad.

Una situación más que viene trascendiendo, son los convenios con el Instituto Nacional Electoral (INE), y el del Estado de México (IEEM), para actuar en determinadas etapas del proceso, de manera particular en la jornada comicial con la operación de urnas electrónicas en algunos centros de votación-colonias, pueblos y fraccionamientos- con el apoyo de funcionarios de los organismos electorales y municipales que seguro requerirán de representantes de planillas y formulas a efecto de transparentar, dar certidumbre y legitimar la voluntad ciudadana, la madurez y civilidad con los resultados obtenidos, a la vez de elevar la calidad de la democracia participativa y deliberativa en cada municipio del estado de México y con ello, instrumentar otros mecanismos de participación ciudadana como la iniciativa popular, los referéndums y los plebiscitos.

+++Punto y Aparte+++

La deuda del urbanismo: siete de cada 10 mujeres han sufrido violencia en espacios públicos

• Las cifras reflejan una crisis de seguridad que limita el derecho a la ciudad, un principio reconocido en la Constitución de la Ciudad de México

El urbanismo ha estado dominado por una visión masculina que ha priorizado la productividad y la eficiencia sobre aspectos clave como la movilidad, el acceso equitativo a los servicios y la conciliación entre el trabajo y la vida cotidiana, según un análisis del Colegio de Urbanistas de México (ECUM).

A través del estudio "Ciudades para las Mujeres: Un Urgente Llamado al Urbanismo con Perspectiva de Género", el Colegio remarcó que existen profundas desigualdades urbanas que enfrentan las mujeres en México.

El Informe de Seguridad Urbana del 2023 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres arrojó que siete de cada 10 mexicanas han experimentado violencia en espacios públicos, desde acoso callejero hasta agresiones físicas.

Mientras que 23.3% de las mujeres mayores de 15 años afirman haber sufrido violencia en el transporte público, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2021 del Inegi.

Estas cifras, según el reporte, reflejan una crisis de seguridad que limita el derecho a la ciudad, un principio reconocido en la Constitución de la Ciudad de México (2017) como un derecho colectivo para el ejercicio pleno de los derechos humanos.

"Las ciudades no son neutrales; se marcan las desigualdades de quienes las diseñan y gobiernan. Reafirmamos que el urbanismo con rostro de mujer es una deuda histórica que México debe saldar", comentó Nina Carolina Izábal Martínez, presidenta del ECUM.

Brecha habitacional

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reportó que, en el 2024, 23% de las viviendas urbanas habitadas por mujeres jefas de hogar carecían de agua potable entubada, frente a 17% en hogares liderados por hombres.

“La política de vivienda social ha priorizado desarrollos en periferias sin servicios, como los municipios de Huehuetoca y Zumpango en el Estado de México, donde la Universidad Autónoma del Estado de México documentó una falta de conectividad que afecta a las mujeres que dependen del transporte público para trabajar o cuidar a sus familias”, se puede leer en el análisis.

Además, subrayó que el desarrollo de comunidades desconectadas de los centros limita el acceso a atención médica y educación, especialmente para mujeres y niñas. La Secretaría de Salud encontró que tres de cada 10 mujeres en áreas urbanas periféricas tardan más de 40 minutos en llegar a un hospital público.

Necesidad de acción

La Política Urbana Nacional (PUN), promovida por ONU-Hábitat, propone un desarrollo urbano compacto e inclusivo, pero el ECUM advierte que el presupuesto para desarrollo urbano en 2024 —13,500 millones de pesos, equivalente al 0.5% del PIB según la Secretaría de Hacienda— es insuficiente.

“Sin una inversión sostenida y una reorientación de las políticas públicas, las ciudades mexicanas seguirán excluyendo a las mujeres”.

Ante esta situación, el Colegio hizo un llamado para que los gobiernos federal, estatal y municipal prioricen el urbanismo con perspectiva de género. Esto incluye invertir en infraestructura segura (iluminación, banquetas accesibles), transporte público eficiente, vivienda digna con servicios básicos y espacios públicos inclusivos.

Fuente: "El Economista, México".

11 de marzo del 2025.