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“Crónicas del tiempo” …

El Desfile del 16 de Septiembre, un motivo más de aquellos y otros tiempos de Nostalgia en “El San Bartolo” Naucalpan


• La parada Cívico-Militar para conmemorar un Aniversario más del inicio de La Independencia de México, fue y para muchos, un extraordinario momento de convivencia vecinal.


• El inició de la columna, partía de la “Caseta Doce”, en los límites con el D.F., hoy CDMX, hasta lo que fue la antigua Presidencia Municipal-en el lugar que hoy ocupa el Parque Román Díaz-


• En el ayer, inimaginable que tuviésemos un Sistema DIF, el voluntariado de la Benemérita Cruz Roja, realizaba numerosas funciones de esta dependencia municipal, cuando el Instituto Nacional de Protección a la Infancia (INPI), estaba en precario desarrollo.


• Los Bomberos del lugar, la más grande tradición nacional por su heroísmo en las distintas emergencias hasta el día de hoy, quizá los que atrapaban la mayor atención de asistes y los más vitoreados.


Por Mario Ruiz Hernández


NAUCALPAN Méx., a 16 de septiembre del 2025.- El 16 de septiembre, el desfile militar en Naucalpan centro-San Bartolo- era en aquellos tiempos de nostalgia, de Fiesta Patria.


Una parada militar de extraordinaria presencia y que congregaba a todos las comunidades de aquellos años, en el corazón mismo del municipio.


La prehispánica Avenida 16 de septiembre, al límite con la hoy CDMX- “la caseta Doce- era la reunión de los contingentes para avanzar hacia la antigua presidencia municipal, en lo que actualmente es El Parque Román Diaz”, después cambió a la nueva Presidencia Municipal en el fraccionamiento “El Mirador”, subiendo por la Avenida Juárez, y pasando por el antiguo estacionamiento, donde hoy se encuentra el edificio anexo.


Sobre las calles de la zona industrial, se formaban los participantes, era caminar hasta el centro, pasar por un lado de aquellos desaparecidos bustos de bronce de los caudillos de la Independencia, Ignacio Allende, Aldama, Abasolo y Jiménez.


Era por cierto decíamos, un trayecto largo, en el que las propias vallas la formaban las familias que veían pasar los contingentes y de todos lados, de escuelas primarias, secundarias, y otras instituciones educativas.


De igual manera, la Benemérita Cruz Roja y el esperado y Heroico Cuerpo de Bomberos de aquellas leyendas de ambas instituciones, el comandante Alfredo Montiel en los “Tragahumos y “El Pistache”, o “El Ave de Fuego en la Lucha Libre”.


La Cruz Roja de José Mayén Becerril, del Dr. Moreno y de Urbano Chávez, de Carlos Paulin, de Inocencio Jiménez, o Carmen Garduño; el de Raúl, Noe y Horacio, “Los Cuervos", de Miguel Ángel Gutiérrez Herrera, Juan José Chávez, de los Hermanos Villalobos, esa Benemérita Institución que formó a cientos de Naucalpenses en primeros auxilios, enfermería, en montañismo y campismo.


La Cruz Roja que por muchos años trabajó de manera intensa por la niñez y la juventud, cuando ni soñar en el Sistema Municipal DIF.


Asimismo, participó y colaboró con el incipiente Instituto Nacional de Protección a la Infancia (INPI), este último, con los desayunos escolares a 20 centavos, donde hoy es precisamente el sistema central en Avenida Universidad.

El 16 de septiembre, en el desfile nos integrábamos como sociedad de alguna u otra manera, manteníamos esa Solemnidad con la Patria y nuestros Héroes de la Independencia.


Las calles del primer cuadro del municipio, con distintos cortes de circulación y cuando la gente llegaba muy temprano a apartar su lugar para ver pasar a los distintos contingentes, el Club de Leones, del ingeniero Jesús Cárdenas, o los Scout, los impresionantes carros alegóricos con la representación de los pueblos del municipio, y autoridades vecinales o de las juntas o comités locales que avanzaban por este largo trecho a caminar, recibiendo el nutrido aplauso de los espectadores.


Nada mejor y tan claro, que ese fervor, esa Mexicanidad que nos caracteriza en el mundo entero, tras una larga "Noche Libre, del Grito de Dolores", en las plazas públicas o desde casa, en donde el pozole, los pambazos, tostadas, el chile en nogada, los tamales, el licor y "La bebida Santa", y los dulces tradicionales, no podían faltar en las mesas de cada uno de los hogares adornados con motivos patrios.


Cada cual, con su Miguel Hidalgo, su José María Morelos, "La Corregidora", Josefa Ortiz de Domínguez, y hoy hasta "Viva La Democracia y la Libertad”, "La Soberanía Nacional", y una que otra arenga: "Mueran los Gachupines, Muera el mal Gobierno".


Pero más allá del fondo de la Conmemoración Insurgente o Libertaria, la armonía en el legendario San Bartolo y su Desfile del 16 de Septiembre, en el que, y como siempre, la pasada del Heroico Cuerpo de Bomberos, era y sigue siendo el contingente más esperado, el que acapara mayormente la atención, a pie o en sus clásicas unidades de operación a eventualidades y siniestros, su impecable escolta, y de numerosos vulcanos que en más de 50 años han dado su vida al servicio de los demás.

Muchos han sido los hombres que han mantenido al Honorable Cuerpo de Bomberos, y cuántos caídos en los más grandes incendios en la CDMX, u en otros sitios, y recordar al teniente; Jorge Adalberto Martínez Ángeles, Marco Sánchez, Lorenzo Sánchez, Andrés Rodríguez, Bernardo Herrera Romero, Los Comandantes; Adrián Hernández García, Elías García Miranda y a quien para bastantes fue toda una institución, Ramón López.


Al mismo tiempo, la Juventud de la Cruz Roja también, los montañistas, y su gran voluntariado de Doña Irma Fernández de Fautsch Beltrán, y la señora Ramona Olguín de Cano y otras damas del municipio.


La Cruz Roja de “Los Tron” y tantos socorristas, que de Bomberos alternaban actividades con la Benemérita Institución de auxilio y que, realmente, era un alto honor representarlas.


Por otra parte, y al frente, las autoridades municipales encabezando la parada cívico-militar y sus funcionarios, y todavía cuando había notorio respeto a los “gendarmes y hasta los tamarindos”, es decir, los policías y tránsito municipal.


El alcalde, era el abanderado, y para la ocasión en la gráfica, "Don Guadalupe Navarro Montes de Oca", y sus más cercanos colaboradores completaban la escolta, para después ocupar un espacio y observar el paso de los contingentes.


Aunado al motivo patrio, y para esas imágenes del pasado, "Don Guadalupe Navarro Montes de Oca, Doña Lilia López Becerril, Don Enrique Jacob Gutiérrez, y Don Antonio Becerril", acompañando al Presidente Municipal.


Años más tarde, el Desfile cambió de dirección y recorría la avenida Circunvalación, actualmente Gustavo Baz, del monumento al Obrero en San Luis Tlatilco, a Santa María Nativitas, después de la Canon.


En la parada cívica, no podrimos dejar pasar a desapercibido el Pentatlón Deportivo, Militarizado y Universitario, al pelotón de jóvenes, juvenil e infantil y de mujeres, haciendo diversas actividades, de defensa personal, o adiestramiento y disciplina, y no olvidar al capitán Rojas, a Uriel o “El Chiris,”, entre numerosos jóvenes entusiastas que participaban cada año y sus actividades sabatinas y dominicales,. con una fuerte identidad al "Oso Mayor, Don Jorge Jiménez Cantú"..


La formación de pirámides humanas, “el caballo de Hierro”, o “El Salto del Tigre” y “los derrumbes” en el asfalto, así como los enfrentamientos de defensa personal y los aros encendidos a brincar.


La jornada de ese 16 de septiembre era de total alegría, en los edificios o casas por donde pasaba el desfile, el colorido confeti, las ovaciones y el aplauso sincero, y en algunos hogares, el adorno patrio.


El tradicional desfile igual, unía al legendario Pueblo de San Bartolo en torno a la Festividad del Movimiento de Independencia de 1810 y había sin lugar a dudas, ese extraordinario morbo.


La Conmemoración Anual, refrendaba la Fiesta popular, el respeto total a los participantes, del grupo de bastoneras, del Instituto Mexicano del Seguro Social IMSS-Unidad Cuauhtémoc, o de sus deportistas, en gimnasia, el voleibol, Basquetbol, natación, frontón, box y lucha grecorromana y Olímpica.


Asimismo, el paso de instituciones comerciales, Bancarias, secretariados en aquellos ayeres que funcionaban en San Bartolo Naucalpan.


Efectivamente, eran días de fiesta, de algarabía, de honrar a los héroes que nos dieron Patria y Libertad, y para nada, la incidida o la confrontación.


El Desfile motivo y razón de ser de la más grande tradición en Naucalpan, y de identidad en el extranjero “La Charrería”, la Asociación Manuel Ávila Camacho (MAC), y las diversas generaciones de hombres a caballo, y familias enteras en la práctica de este deporte nacional.


Grandes charros, que han puesto el nombre no sólo de Naucalpan sino de México muy en alto, los Campeonatos Nacionales Consecutivos, destacar a Don Armando Becerril Estrada, Artemio Becerril, Andrés Becerril, “El Popo Gutiérrez”, Audomaro, “Los Fuentes, Los Díaz, González o Los Mayén, y tantos jinetes.


La culminación del desfile y todavía hasta hoy, “la Charreada” del 16 de septiembre en el Lienzo de la MAC, en donde se abre la puerta a todo público y en aquellos ayeres, dar la oportunidad a la gente a jinetear y practicar algunas suertes contra los “charros”, y existieron momentos memorables.


En fin, es la nostalgia de lo que el pasado se llevó y sin imaginar el alto costo que viene representando recuperar esa identidad municipal, el sentido de pertenencia y arraigo, en un Naucalpan que es más Grande que los Grandes.


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