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El Pueblo de San Pedro Atlapulco en el municipio de Ocoyoacac celebró con elevado sentido religioso la Festividad del Divino Salvador

• La extraordinaria fiesta, es motivo de plena pertenencia e identidad, en la que su propia organización tradicional hace posible el encuentro sacro.


• La Danza de Arrieros parte fundamental de esta celebración religiosa y cultural.


Por Mario Ruiz Hernández


OCOYOACAC, Méx., a 07 de agosto de 2025.- El Pueblo de San Pedro y San Pablo Atlapulco, celebró La Festividad del Divino Salvador, o el Señor de la Caña o de la Transfiguración de Jesucristo”, una más de sus históricas celebraciones religiosas y culturales que verdaderamente une a todos sus habitantes con este motivo.


La extraordinaria fiesta, es motivo de plena pertenencia e identidad, en la que su propia organización tradicional hace posible el encuentro sacro; en cada manzana o en la cuadra, el espíritu de trabajo, y colaboración entre vecinos no desmerecer en nada.


El esfuerzo colectivo de la mayordomía del Divino Salvador; de Caseros, regidores, fiscales y patrones de las dos emblemáticas arrierías; "La de San Pedro y San Pablo, y Cristo del Calvario", que como, siempre, dieron el toque especial a toda la parte cultural.


La Danza de Arrieros fue declarada Patrimonio Cultural, Inmaterial y Artesanal del Estado de México, el 14 de abril de 2023, en reconocimiento a su preservación y práctica durante 201 años, por el Congreso Mexiquense.


La comunidad agraria de Atlapulco ha mantenido la danza de arrieros, una tradición que remonta a 1823 y que rememora a través de piezas musicales; en los Sones y Jarabes y alabanzas, representando la antigua actividad de los arrieros que transportaban mercancías, sobre todo carbón a la Casa de moneda en la Ciudad de México.


Es la representación viva de las peripecias que pasaban y recorren distintos atajos, quizá el más seguro para llegar a sus destinos, para que, de regreso, acudir a su parroquia a dar las gracias.


La Danza de Arrieros, la expresión artística en su género hacienda o camino, sostiene un celoso reglamento de 33 piezas a interpretar, desde la llegad, al corral, la Cruz, la el piloncillo, la naranja, la mudanza, la culebra, la limpia, La Villada y La cargada entre otros jarabes y sones.


Por otra parte, y es de mencionar la importancia de los “trabajitos” de la Mayordomía del Divino o Rostro, en la ocasión y de unas más que durante el año, realizan sinnúmero de actividades religiosas y culturas.


La celebración justamente inicia en la Casa de los Mayordomía, en donde reciben a toda la comunidad parroquial y social, así como la artísticas que representan las Arrierías que parten de sus oratorios hacia el lugar, danzando y cantando.


Asimismo, la gente es atendida por los Mayordomos y Caseros, quienes comparte con el apoyo de la cuadra y la manzana los sagrados alimentos, para después partir en procesión por el pueblo, cuyo destino final, es llegar a escuchar misa, que, en este año, 2025, fue oficiada por el Obispo de la Arquidiócesis de Toluca, Maximino Martínez Miranda y el padre encargado de la iglesia.


Al termino del encuentro religioso, las dos cuadrillas de Arrieros, La de San pedro y San Pablo Atlapulco y Cristo del Calvario, sus imágenes y estandartes, son colocados en los corrales techados que flanquean el atrio, compartiendo "el taco arriero, y obsequiando dulces, fruta, cazuelas, pan, y artículos para el hogar.


En el escenario, todos danzan apegados a su reglamento, y durante la cual los cocineros (pascualitas) preparan mole, arroz, elotes y atole, que se servirá a los patrones y a los arrieros, quienes bailan en círculos y en cada vuelta van contando, bailando y representando una parte de la faena ancestral.


La Fiesta del Divino Salvador en San Pablo y San Pedro Atlapulco es una muestra viva de las tradiciones otomíes que han perdurado en el tiempo y de generación en generación.


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