Estirpe Libertaria, el Principio de una Patria Nueva a 215 Años

Por Mario Ruiz Hernández

Cumplimos un año más y procuróse a los que de manera muy directa relaciónase con las luchas de masas, como es el caso de Hidalgo y Morelos en 1810 que marcaron el principio de una patria nueva.

Poco se pierde con estos acontecimientos y mucho se gana con ésos, y esto anótase por el caso de Agustín de Iturbide, el consumador de la Independencia, en 1821, gracias, sin duda, al simbólico abrazo de Acatempan.

Sin embargo, al “Grito de Dolores y Vivan los Héroes que dieron Patria y Libertad”, y de quienes evocaron aquella epopeya.

Izaron Hidalgo y Morelos la bandera de la libertad en la convocación de los pueblos para la edificación de la sociedad nueva del Congreso de Chilpancingo y el Decreto de Apatzingán.

Las peripecias del cambio no alterarían nunca los signos inspiradores.

Fue Ignacio López Rayón el mandatario político del cura de Dolores y, después de 1814, Vicente Guerrero prosiguió en las montañas sureñas la lucha del Caudillo Vallisoletano.

En la transformación, fueron bien definidos los principios rectores de la naciente historia.

La clásica exclamación gala de 1789- Libertad, Igualdad y Fraternidad-hallóse innovada por los ideales de Independencia, Libertad y Justicia social, según el conocido texto que Morelos redactó para la asamblea establecida en el lugar de avispas: Chilpancingo significa yerba avispera o de color de avispa bermeja; y así es como en México se entendieron los valores libertarios que guían su desenvolvimiento.

Mueran las Gachupines, muera el mal Gobierno, “Viva La Virgen de Guadalupe”, os exclamo el Cura Hidalgo desde Guanajuato, y desde ahí, el inicio de “Nuestra Santa Independencia”, al correlacionar uno y numerosos símbolos religiosos en las distintas batallas.

Y así, el largo camino hasta nos encontramos 215 años después del aquel memorable acontecimiento que aún nos viva en este México patrio.

Más aún y así, y todavía en el cambio del Nuevo Régimen, en este siglo XXI y la ruptura de paradigmas con el sueño de la instalación de la Cuarta República, y las contradicciones entre el discurso oficial y la realidad desgarradora, sobrevive el novo caudillismo inspirado en Andrés Manuel López Obrador.

La erosión de las libertades y la fuerza brutal del crimen organizado que responde a un entramado de mecanismos complejos donde confluyen política, economía y cultura a toda una época nueva.

El otro adversario-los grupos criminales- lejos de quienes izaron la Bandera de la libertad y la Independencia, consolidan su dominación mediante la coerción violenta y legitimidad social.

Ellos sois quienes reparten recursos, ofrecen empleo, financian festividades locales y se erigen como garantes de seguridad en comunidades donde el Estado está ausente o es visto con desconfianza.

La nueva noche libertaria, la arenga consoladora que resonará en el firmamento nocturno entre luces y colores nacionales, acompañada de la Primera Mujer Presidenta de México, Claudia Scheinbaum Pardo, en alusión al inicio de la Insurgencia bajo otro modelo, o sistema de país.

En fin, en poco más de las dos centurias, la desaparición de los organismos autónomos, una también Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), emergida de acordeones electorales, y la falta de Independencia de los Poderes del Estado, enmarcan un Aniversario más del “México Libertario.”