Reivindica Colectivo 26 de Agosto de 1972 de San Pedro Atlapulco su lucha en defensa de sus tierras
- Mario Ruiz
- 28 ago
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• Recuerdan la restitución precisamente de sus tierras mediante un proceso legal en comida anual que unió a sus miembros en torno al histórico hecho.
• “La tierra comunal no se vende, la misma se defiende”, plantearon en el emotivo acto protocolario que inició con una ceremonia ancestral.
Por Mario Ruiz Hernández
OCOYOACAC, Méx., a 28 de agosto del 2025.- El colectivo 26 de agosto de 1972, de San Pedro Atlapulco llevó a cabo su tradicional Comida Anual en la que recordaron la restitución de sus tierras, jurídica y legalmente, así como la defensa de sus bienes comunales.
En la celebración que reunió a un grupo de miembros de este colectivo, que hace alusión en su propio nombre a la fecha histórica, coincidieron en mantenerse firmes en sus convicciones en el logro de sus objetivos.
Neptalí Monterroso Salvatierra, llamó a la organización a defender y mantener la vida comunal, haciendo lo que tienen que hacer en sus diferentes áreas de oportunidad.
Precisó que la vida comunal soporta cuatro elementos por los que orientan sus actividades y que son; la organización, el trabajo, la propiedad y la vida cultural.
Reconoció en ese marco de ideas, que no todo lo religioso se organiza de manera colectiva, sino a la vez en lo relativo a lo económico y lo político.
Monterroso enfatizó que por eso San Pedro Atlapulco es ejemplo de comunidad, porque se organiza y tiene objetivos comunes en el libre pensamiento colectivo o comunal.
“La tierra comunal no se vende, la misma se defiende”, plantearon Antonia Hernández y Dulce Enríquez, miembros del colectivo 26 de septiembre de 1992.
Hernández realizó un recorrido de la lucha por la defensa de la tierra, de la propiedad comunal, en tanto que Dulce, puso énfasis en los retos que comunidad tienen en el presente y futuro inmediato.
Admitieron cada una por su parte, que la vida comunal está en riesgo, y que tienen que ir recuperando sus valores sociales ante la modernidad.
En una disertación sumamente interesante, Dulce Enríquez, realizó diversas propuestas de la vida comunal, su organización, y los retos que aún tienen como colectivo, y en diferentes ámbitos, hasta el turístico.
Asimismo, cuestionó abiertamente el estado que guarda la comunidad de San Pedro Atlapulco, y cómo están viendo a la propia comunidad desde distintas perspectivas incluso los jóvenes.
El encuentro anual, compartió trascendentes momentos de reflexión, y gratitud a todos aquellos habitantes del poblado que participaron activamente en este movimiento de restitución de tierras.
ron activamente en este movimiento de toda una generación de comuneras y comuneros que soportaron la reformas privatizadoras de los gobiernos neoliberales al artículo 27 Constitucional.
Cabe "mencionar que la vida en comunidad no ha sido sólo un modelo utópico sino que ha formado parte de la economía rural en muchas partes del mundo como una forma de propiedad social, el régimen de tenencia comunal"
"Desde hace algunos años, la necesidad de dar mayor contenido al término de comunidad y de separar el hecho administrativo de lo comunitario, de los valores que entraña, ha conducido a que se empiece a hablar de ―comunalidad, Con él, se trata de otorgar a la comunidad un mayor sentido político, cultural y reivindicativo"...

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