Urgen a un cambio total en Instituciones de Justicia Mexiquense; no hay confianza, la gente acude con pánico y miedo a la denuncia

• Es un verdadero “calvario” dentro de un sistema que logró en el tiempo enraizar una serie de malas prácticas, burocratismos y dilatación de pequeños y grandes asuntos

• Insoportable lo es además, tolerar “la geta de las encargadas del módulo, de secretarias, ministerios públicos y hasta ministeriales” en las Fiscalías, luego de traspasar “sus fortalezas.

Por Mario Ruiz Hernández

NAUCALPAN, Méx., a 30 de abril del 2025.- Esperemos que, con la Elección del Poder Judicial en el país pactada para el domingo 1° de junio, las cosas realmente cambien.

El desafío es enorme, y lo es más en lo que corresponde a todo el sistema penal de Justicia, que en distintas materias hay más que confianza en las instituciones, pánico y miedo.

La tarea es completamente complicada, dentro de un sistema que logró en el tiempo enraizar una serie de malas prácticas, burocratismos y entre otras realidades, probablemente retardo del debido proceso.

En las diferentes Fiscalías Regionales de Justicia del estado de México y sus sedes, e incluso en la Especializada para atender la Violencia de Género poco facilitan los procesos o los distintos casos.

Los llamados insistentes a autoridades del Gobierno del Edomex y de la FGJEM a tener una justicia cercana al pueblo, a la gente, sin “muros, barreras, bardas y hasta barandales” que suenan impenetrables.

Del mismo modo, la instalación de módulos al interior de las agencias del Ministerio Público que no ayudan en nada, y que según son con el propósito de “programar la atención ciudadana y no estar esperando horas y horas en la calle”, viendo como entran y sale gente, y sus ministeriales.

Francamente, no existe una justicia pronta y expedita, es lamentable que no se avance a una metamorfosis completa, al final el que la paga sigue siendo el ciudadano.

Por otra parte, la situación en serio ha entrado a una verdadera crisis y peor, y ojalá y no lo sea, que las personas tengan que pasar “por todo un calvario”, al tener una no muy grata experiencia.

Igualmente, el tolerar “la geta de las encargadas del módulo, de secretarias, ministerios públicos y ministeriales”, qué hasta el preguntar, sin tienen la suerte de ingresar a literal, “la fortaleza”, va uno con tanto miedo que ni ganas dan de regresar, pero ni modo, hay que enfrentar “la ley”.

El contexto es real, caer en este tipo de instituciones de justicia y seguro, al margen de todo hay que llevar “su lanita”, o el contratar un abogado, a efecto de salir avante por el momento.

Lo anterior, y si es que no se tenga que esperar algún traslado a un Centro de Readaptación Social (Cereso), al cumplimiento de los términos constitucionales o enfrentar un proceso judicial.

El asunto, grave porque no hay la certidumbre y menos precisamente confianza con esas instituciones, que, simplemente hagan lo que hagan no cambian, y menos aún en sus operativos que son invitados, o que encabezan.

En fin, urge y no esperar la Elección Extraordinaria del Poder Judicial para que las cosas sean de otro modo y entender que todos los que trabajan en esos lugares son servidores públicos-“servidores del pueblo”.