Vive Comunidad Religiosa de la ZMVM con devoción y fe “El Viernes Santo” con extraordinarios Viacrucis

• En cada centro religioso los fieles conmemoran los últimos momentos de la vida de Jesús, desde su condena hasta su crucifixión y sepultura.

Por Mario Ruiz Hernández

VALLE DE MÉXICO. a 18 de abril del 2025.- Este Viernes Santo y la Celebración del Vía Crucis es una de las tradiciones más importantes de la Semana Santa y que manifiesta aún y pese a las condiciones actuales que vive el país hay esperanza y fe que las cosas puedan cambiar.

En este día, en cada centro religioso los fieles conmemoran los últimos momentos de la vida de Jesús, desde su condena hasta su crucifixión y sepultura.

En todas partes hay revelaciones de uno de los más elevados momentos, de la pasión y muerte de Jesús el Mesías, el profeta o uno de los más extraordinarios iluminados de este plano existencial.

Ciertamente, el Vía Crucis es una tradición que conecta la Pasión de Cristo con realidades sociales, en la que miles de comunidades organizan procesiones que reflejan su profunda devoción, acompañando simbólicamente a Jesús en su calvario.

Algunas de estas representaciones adoptan enfoques temáticos que conectan con realidades sociales actuales y otras simplemente se encuadran en el Evangelio, “en la buena noticia acerca de Cristo y el camino hacia la salvación”.

En cada comunidad religiosa, dan seguimiento puntual a estos instantes de devoción y fe, y es prácticamente en toda “la Semana Santa”, que inició con “El Domingo de Ramos” en la entrada Triunfal del “Salvador a Jerusalén”.

De igual manera, pasar al “Jueves Santo” al "Lavatorio de Pies", la última Cena en la que se instituye el Sacerdocio y la Eucaristía hasta llegar a la mística “Oración del Huerto” en Getsemaní”, que es de los sublimes y grandes espacios de la meditación trascendental, la lucha en sí mismo, el encuentro entre las polaridades del ser y la existencia, entre la oscuridad y la luz; la vida y la muerte.

“El Viernes Santo”, y su viacrucis, la representación en los territorios parroquiales, el acompañar a Jesús en su calvario, hasta “El Monte de las Calaveras, las más de tres caídas, los azotones en su cuerpo, la ayuda al procesado rumbo a su Crucifixión, la Madre, sus apóstoles, la traición, y las siete palabras antes de morir y entregar su espíritu a su Padre, y expiró.

Iztapalapa: el Vía Crucis más grande de México

Considerado el Vía Crucis más grande de México y uno de los más importantes del mundo. Desde 1843, la alcaldía de Iztapalapa realiza esta representación de la Pasión de Cristo, que en 2024 atrajo a más de 2 millones de asistentes

El recorrido culmina en el Cerro de la Estrella, donde se escenifica la crucifixión. Por su importancia, esta tradición ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de México, y se espera que pronto reciba el reconocimiento como patrimonio mundial por parte de la UNESCO.

Sin embargo, en distintos lugares de la Megalópolis los “Viacrucis” han alcanzado una extraordinaria convocatoria, incluso en cárceles; en casas de migrantes, en espacios verdes, cerros, y en comunidades completamente urbanas.

De igual forma, sobre calles y largas avenidas que culminan en los atrios de parroquias, para más tarde el escuchar las Siete Palabras, y por la tarde, las diferentes escenificaciones y recorridos, acompañando a la Madre de Jesús en la procesión del silencio y establecer el duelo que se extiende al “Sábado de Luto” y en los primeros minutos del Domingo, “La Resurrección.”